martes, 28 de julio de 2009

No puedes detener la lluvia, pero tal ves no tengas que hacerlo...


Hoy que iba bajando del metro etiopía, estaba lloviendo levemente, y me puse a pensar en toda la gente detenida en la entrada, ¿porque no salían?, ¿solo por unas gotas de lluvia?, ¿ya no recuerdan cuanto les gustaba mojarse de niños?.

No lo sé, creo que simplemente lo olvidaron y perdieron la capacidad de darse cuenta que solo son "gotas de lluvia", de que no pasará nada si nos mojamos un poco.


¿A que viene todo esto?, bueno, es que no deberíamos de estar para trivialidades, no podemos detenernos por tonterías, y sobre todo debemos darnos cuenta que algunas de las cosas que nos afligen son precisamente tonterías, que probablemente la razón por la que nos causen dolor
sea inventada o creída por nosotros mismos, como la lluvia, los comentarios "malintencionados" de algunas personas, nuestra apariencia física, y un largo etcétera de asuntos cotidianos.


Moraleja:


"No puedes detener la lluvia, pero siempre habrá alguien que te recuerde cuanto te gustó".


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